
Una vez entronizado, anuló los concilios celebrados desde 898 ¿Con qué motivo? Formoso, todavía no podía descansar en paz. Sergio había participado en el concilio del terror y había salido muy contento con el dictamen final, y por esta razón no fue de su agrado que lo reivindicaran, definitivamente ese personaje no traía mucha empatía; hay quienes dicen que lo volvió a exhumar, lo volvió a condenar y lo decapitó pero si fuese verdad hubiera acabado igual que Esteban VI, en manos de iracundos, a menos que lo haya realizado todo en secreto aprendiendo del error.
Teofilacto estuvo casado con Teodora quien le dio dos hijas, Marozia y Teodora la Joven. Esa mujer desposada hábilmente se convirtió en la amante del reciente papa. Sergio III contaba con 45 años cuando decidió tener otra amante en la pequeña Marozia de 15 años, la sedujo por vez primera en Letrán, palacio que hizo restaurar luego de haber sufrido un incendio; del fruto de esta relación apareció un hijo que era ilegítimo por obvias razones, no es que haya sido la primera vez que un príncipe de los obispos tuviera descendencia pero sí el primero que se concibiera durante un papado que se tenga noticia oficial; el bastardo sería conocido como Juan XI. Sorprendentemente no se encuentra ninguna evidencia de estrangulamiento o envenenamiento, que eran las formas clásicas de muerte papal por aquellos tiempos, en su defunción.