ESTAS SON LAS 30 RAZONES EN LAS CUALES SE FUNDAMENTA MI FE EN LA CRISTIANDAD, MATARIA POR ESA IGLESIA.

INOCENCIO VIII (1484-1492)

Giovanni Battista Cibo, hijo de senador romano y hermanastro de Nicolás V, era sumamente intolerante y misógino, uno de sus primeros actos fue convocar cruzada contra Salvación pero la gente no respondió entonces Inocencio VIII dirigió sus ataques contra las mujeres y publicó la bula Summis desiderantes affectibus, aquella que reconocía a la brujería como existente iniciando una era donde reinaría la cacería de brujas, un aproximado de 60000 mujeres sino más serán inmoladas como consecuencia; los inquisidores Heinrich Kramer y Jacob Sprenger publicaron en 1487 el Malleus maleficarum que constituye una sarta de métodos para aniquilar la hechicería y sus derivados, también incluye una acertada acotación sobre la inferioridad del sexo femenino que es la razón por la cual ellas (a diferencia de los hombres) son más propensas a la tentación de Satán; el libro era bastante útil pues proveía a los acusadores de estar resguardados de sus poderes malignos, además te daba un pequeño dato, si la defensa en corte de la supuesta bruja era buena, eso ya era un fehaciente indicio de su culpabilidad (recuerdan: mujeres = seres inferiores) también aconsejaba la tortura como política suasoria.
Mientras la población se encontraba de caza Inocencio VIII aprovechó para sobreponer el bienestar de su casa (por cierto muy numerosa, 16 eran los hijos con varias hembras) por encima de la Iglesia misma, no negó a ninguno de sus alevines pero tampoco les ofreció oficios eclesiásticos ya que prefería venderlos (su sobrino a los 13 años ya era cardenal) uno de sus hermanos pagó lo suficiente como para colocar en el clero a su hijo. Creó una indulgencia que permitía a uno tragar carne en tiempos de cuaresma, válido por un lapso de 20 años a cambio de un sustancioso reembolso monetario.
A Giovanni le fascinaba las corridas de toro y vio en la plaza de San Pedro el lugar ideal para una dosis extrema de tauromaquia, para diferir con su antecesor combatió letras y artes, y no vaciló en tolerar vicio con corrupción; llegó un momento que prohibió el congreso internacional de filosofía que era el primero en su especie y que había sido tramado por Pico della Mirándola quien estaba más que dispuesto a subvencionarlo, además condenó muchos de sus escritos cuando a penas estaba en su segundo año de Inocencio VIII.
Promotor de la Inquisición, en 1487 pondrá a Tomás de Torquemada (gracias a él, los españoles disfrutaron mucho más tiempo de las torturas que del ambiente renacentista de la época) de gran inquisidor de España, que junto con la reconquista española que concluye el año del término de su vida (antes concedió a Isabel I de Castilla y a Fernando II de Aragón el título de Católica majestad, lo que los erigió como los Reyes Católicos) fueron los grandes impulsores del fuerte vínculo que unirá al Vaticano con España.